La edad de la inocencia - Capitulo 1

Con la luz del atardecer amenazando ya por ocultarse en los verdes campos que rodeaban la mansión del prestigioso y adinerado Sr.Kim su único hijo corría tratando de escapar y ocultarse de aquellas 3 mujeres que su padre había encargado para que lo cuidaran pues ya con 18 años de edad era para todo joven que nacía en una familia prestigiosa muy importante mantener su virginidad hasta el matrimonio pero más aun por ser el único hijo, estas mujeres hacían de nodrizas cuidaban que jaejoong no este solo con alguna mujer o con algún hombre pues en aquellos tiempos (francia año 1800) para una familia que tenía un solo hijo y este era varón este tenía que ser educado para poder asumir algún día el rol de esposa si era necesario y este había sido el caso de jaejoong un bello joven que era no solo la envidia de muchos jóvenes por su gran belleza sino también de muchas mujeres el cual el opacaba, pero solo algunos hijos únicos podían librarse de aquel destino eso dependía ya de los padres.

El había sido criado como una princesa pues su padre temía que algún día necesitaría que su hijo lo salvara si se diera el caso de que sus negocios no fueran bien tendría entonces jae que casarse con el que tuviera una gran fortuna ese fue el pensamiento de su padre así el podría hacer una alianza con el matrimonio de jae y podría seguir siendo rico, jae como muchos otros no tenían opción más que aceptar lo que sus padres decidían y el ya había sido educado como una mujer con delicadeza con moral como toda dama de aquellas épocas pero hacia solo unos 2 años atrás el todavía podía andar solo y vestir como un hombre debes en cuando, pero cuando cumplió 17 años su padre le prohibió mas esas ropas debía usar vestidos como todas las mujeres y no podía cortarse el cabello tenía que ser largo él no se opuso pues ya estaba acostumbrado ah esas ropas y le gustaba su cabello lo único que no fue de su agrado son aquellas 3 mujeres que siempre estaban tras el cuidándolo a donde fuera eh incluso tenían que ayudarle a vestirse pero para eso su padre se aseguro que sean mujeres mayores y muy estrictas.

Jaja –reía jae complacido mientras el aire golpeaba su rostro se había alejado bastante ya y con el ajetreo que había en su casa pudo fácilmente escabullirse y escapar de sus nodrizas, sintiéndose libre decidió seguir corriendo sujetando bien aquella capa que lo cubría hasta los pies pues bestia solo un vestido muy delgado en realidad era la primera prenda que iba bajo su pomposo y verdadero vestido.

No era nada bien que este vistiendo así pero al ver la oportunidad de escapar de aquellas mujeres no lo pensó , había tomado una de sus capas de color blanco como el vestido de seda que tenia puesto – jaja – seguía riendo al sentirse con mucha suerte pues había atinado bien al escoger la capa que tenía una capucha que la ayudo a que no la reconocieran al menos hasta cuando estuvo fuera de la mansión, paro de reír al sentir un fuerte aroma que lo hizo detenerse.

Ese olor le era conocido sintió un fuerte deseo por bajar la capucha y poder descubrir su rostro para poder sentir mejor aquel aroma pero se detuvo y camino hasta donde creía que venía el aroma se dio cuenta entonces lo lejos que había corrido por su emoción no se había percatado que casi había salido del territorio de las tierras de su padre pero eso no lo detuvo su curiosidad fue más, paso por unos arbustos que le dio paso a un portal el cual no dudo en cruzar y pudo ver un jardín llenos de rosas rojas las favoritas de su madre que el también aprendió amar pues emanaban un aroma embriagador que lo tentó a seguir avanzando más hacia el jardín acercándose a una rosa en particular a la más hermosa que había, quería tener aquella rosa en sus manos no le importo las espinas solo quería tenerla y la cogió jalo hasta que se desprendió dejando algunos rasguños en su mano pero eso no evito que sonriera para después preguntarse cómo es que había este jardín de quien eran estas tierras, no recordaba a quien le pertenecía.

Pero ahora eso no le importaba tenia aquella bella rosa en sus manos y solo quería volver antes que sus guardianas lo encuentren, sonriendo llevo la rosa a sus labios, pero un sonido detrás suyo le hizo quedarse muy quieto me encontraron pensó pero después se dio cuenta que no podían ser ellas pues debían estar gritando su nombre y el no oyó nada dudo un poco pero tenía que voltear jalo un poco su capucha tapando mas su rostro y cogiendo bien la capa para que este no dejara ver su prenda bajo ella, finalmente giro.

Un hombre más alto que el estaba parado frente a él a unos metros de distancia y jae se dio cuenta de lo imprudente que fue alejarse tanto de su casa escondió rápidamente la rosa detrás suyo tratando de no mirar al joven que tenia frente a él y retrocedió.

-Pero que tenemos aquí una pequeña ladrona de rosas – dijo el joven mirando a jae confundiéndolo con una chica pues era casi imposible no creer que no lo fuera no solo por su ropa si no por aquella belleza en su rostro el cual aquel joven aun no contemplaba bien, jae quien trataba de no mirarlo estaba avergonzado había sido descubierto rompiendo la rosa y no sabía que decir estaba asustado.

-Estas en mis tierras y esas son mis rosas – dijo el joven quien quedo intrigado por la princesa que veía frente a él y al ver que no respondía empezó ah acercarse su curiosidad por ver a la chica que ocultaba su rostro lo ínsito a acercarse aunque sabía que no debía pues se encontraban solos.

Jae alzo la mirada dejando ver su rostro paralizando al joven que tenia frente a él – lo siento no quise yo…solo…eh...-jae trataba de disculparse, mientras el joven que lo miraba se había quedado paralizado al ver el rostro de la señorita que tenia frente a él su belleza era exótica, pero unos segundos basto para recomponerse a la fuerte impresión de la belleza que tenia frente a él.

-Booo – unos gritos llamaron la atención de los dos jae retrocedió negando con su cabeza y sentándose al constado se unos arbusto – no me has visto – dijo suavemente – por favor no digas que estoy aquí – dijo casi en un susurro trayendo sus manos al frente suplicando al joven frente suyo que no lo entregara a las mujeres que lo llamaban.

-Boo así te llamas – pregunto el joven acercándose un poco para poder escucharlo y ofrecerle su ayuda.

Jae muy nervioso solo pudo asentir con su cabeza lo único que quería es que él le ayude y así no se metiera en problemas si ellas lo encontraban con aquel joven y le decían a su padre, era lo que le daba miedo podía ser castigado y tal vez no le dejarían salir más ni con sus nodrizas y eso era algo que no podía soportar.

-Por que te ocultas...- el joven pregunto intrigado pero después entendió la situación la honra de la joven de la rosa corría peligro - Bien...No te preocupes te ayudare – dijo el joven sonriéndole y acercándose ahora hacia la entrada de su jardín ya que las voces de aquellas mujeres cada vez eran más fuertes eso indicaba que estaban más cerca.

-Bellas damas – dijo a su encuentro de las 3 mujeres de tal vez unos 40 años – puedo ayudarles seria un placer para mi serles de utilidad – sonriéndoles dejando a las mujeres prendidas de su amabilidad y su caballerosidad por querer ayudarlas y claro también por lo apuesto que era.

-ah...si...bien buscamos….- se quedo cayada pues se dio cuente de lo que estuvo por decir no era para nada bueno que alguien se enterase que el hijo de su jefe esté solo fuera de su casa eso dañaría su reputación más aun por la condición en la que se encontraba con su papel de dama.

-ah…en realidad...eh – la mujer trataba de inventar algo que decir visiblemente nerviosa - buscamos...en realidad...…solo paseábamos – soltó como escusa que para nada era creíble haciéndole sonreír.

-Bien pues puedo mostrarles un poco el territorio – dijo sabiendo perfectamente que poco podían hacer para negarse y el problema en que se había metido ahora, pues acaba de llegar había decidido volver al país donde había nacido y hacia poco compro la mansión en aquel territorio pues poseía otro mucho más grande en una zona más alejada.

Las mujeres mirando para todos lados seguían buscando a jae muy preocupadas el cielo está por escurecer y poco tiempo les quedaba para terminar de vestirlo para la fiesta que el sr. Kim organizaba.

-Muchas gracias pero no podemos aceptar…- trato de disculparse una de las mujeres.

-No…no..Insisto – y agarro de los hombros a 2 de las mujeres teniendo una a cada lado suyo y las llevo consigo según él a mostrarles el lugar mientras la 3er mujer les seguía por detrás.

-Jae suspiro aliviado pues se había salvado gracias al joven del cual ni siquiera sabía cómo se llamaba pero que en algún momento volvería para poder agradecerle claro si tenía la oportunidad, se levanto y corrió tan rápido como pudo asía la mansión.

-lo siento mucho pero ya tenemos que irnos - dijeron las mujeres alejándose del apuesto caballero que amablemente se ofreció ser su guía.

-Pero todavía hay mucho que recorrer – insistió sabiendo bien que poco conocía de aquel lugar.

-Lo sentimos pero ya no podemos…gracias- y las mujeres casi corrían alejándose del hombre, el solo rio complacido se había divertido un rato pero por otra parte se sentía mal por engañar así a las 3 señoras, regreso al jardín y vio que ella no se encontraba el sonrió y se alejo de ahí camino a su casa que estaba algo lejos pues poseía mucho terrenos alrededor mucho más que el sr.kim.

Tomo su caballo que había dejado atado muy cerca y subió, galopando rápidamente tenía que ir al encuentro de su querido amigo quien no veía desde hacía muchos años, bajo del caballo y en su puerta se encontró con su sirvienta más que eso era como una madre para el que cariñosamente él le decía nona.

-Tiene un mejor semblante Joven Yunho parece que fue bueno ir a conocer los alrededores – le dijo la mujer de unos 50 años de edad, el sonrió al estar cerca de ella poniendo una de sus manos en su hombro y agachándose un poco para verla a la cara.

-Por qué dices eso nona que tanto cambie con solo dar una vuelta – sonrió nuevamente esperando la respuesta de la sabia nona que lo conocía muy bien.

-Pues tu sonrisa te delata – dijo jalando su mejía.

-jaja – bien te contare pase un rato divertido al encontrar una muchacha por uno de los jardines pero mi diversión consistió en engañar a unas señoras que parecían un cazador buscando su pobre presa – dijo sonriendo sabiendo que eso a nona no le seria de su agrado.

-Que hiciste que – jalo otra vez de su mejía – el sonrió.

-Lo siento sé que no hice bien pero no se sentí pena por aquella chica si la descubrían con migo no la iba pasar bien, ya sabes esta sociedad la condena y yo sin querer la descubrí rompiendo una rosa del jardín – le explicaba a su nona mientras avanzaban hacia la puerta de su gran mansión.

-Oh ya veo y dígame ella era linda verdad –pregunto la nona y el sonrió deteniéndose y mirándole ahora.

-eso no tiene importancia no valoro a los personas por su belleza y lo sabes bien...-dijo muy serio.

-hay ya contesta…- la nona exigió y yunho sonrió.

-Muy bella…muy bella de verdad…- dijo para sí mismo y la nona sonrió al verlo.

-Hey hey hey por que la alegría – yunho le decía – ya veo ahora ya no estás molesta por lo que hice no…- dijo sonriendo.

-Para nada joven usted es un caballero…- dijo avanzando dejando a yunho atrás y el la seguía.

-Nona sabes que no estoy aquí para pensar….- se detuvo antes de seguir hablando y continuo- no busco el amor….mi propósito aquí es otro.

-Es justo que rehaga su vida…-dijo volteando a verlo y el solo le sonrió.

-Bien Yoochun aun no ah llegado me dijo que estaría aquí saco un reloj de mano de su bolsillo y lo miro para confirmar la hora ya debería haber llegado – dijo para sí mismo.

-Está adentro esperándolo joven – ella no insistió mas y dejo que el cambiara el tema.

-bueno vamos no debo hacerle esperar…- entraron juntos por la puerta y ahí estaba yoochun su amigo de toda la vida el cual hacia mucho que no veía un fuerte abrazo se dieron por el tiempo sin verse, la nona los dejo para que conversaran.

-O yunho por fin te dignaste a volver a tu patria me alegro por eso, no te vuelvas a ir – el amenazo a su amigo.

-No ya no, eh vuelto para quedarme ya sabes mi lucha recién empieza – dijo invitando a su amigo a tomar asiento.

-Insisto en que dejes ese pensamiento yunho solo te traerá problemas eres muy rico y aun siendo conde nada puedes hacer por buscar la libertad de los esclavos tu reputación se verá involucrada te ganaras muchos enemigos ya sabes que la nobleza se rehúsa a dejarlos en libertad.

-Me niego si es así no quiero pertenecer mas con el titulo de noble como ellos, se que algo puedo hacer y no te preocupes, seré quien financie anónimamente nadie tiene por que enterarse es un secreto que tu mi mejor amigo me ayudara a guardar – contesto yunho muy serio incapaz de cambiar de parecer el odiaba que la gente de color vivieran como esclavos.

-Claro ya veo que no te podre convencer entonces solo puedo apoyarte – dijo yoochun quien bestia muy elegante.

-Y ese traje Joven yoochun es que vas a una fiesta por lo que veo…- le sonrió – no pierdes el tiempo amigo.

-Jaja bueno vine a llevarte con migo no hubo tiempo de que te avisara tu caíste de sorpresa pero créeme te gustara venir y la fiesta no es muy lejos sabes son tus vecinos la familia Kim.

-La familia kim… - yunho repitió.

-Si amigo ven no te dejare aquí es el mejor lugar para que te presente te adoraran en cuanto te vean , vamos insisto y no aceptare una negación – su amigo se levanto – anda ponte tu mejor traje y vamos en el camino te contare mas, date prisa que ya es hora.